entre el Paseo Colón y el puerto del ferry. Es un lugar tradicional, donde
hay venta durantetodo el día y aunque nunca ha sido una belleza, quedé impactado con la gran cantidad de basura que existe a su alrededor.
Estas fotografías las tomé mientras esperaba en el carro que mi esposa concretara la compra de dos cojinuas, muy frescas por cierto.
Una ciudad que pretenda llamarse turística, no puede darse el lujo de tener este espectáculo tan desastroso. Indudablemente que las autoridades no son las que ensucian pero es necesaria la vigilancia, una campaña de concientización y personal dedicado a la recolección de basura permanentemente.
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